El comodato es un contrato a través del cual una persona le entrega a otra de forma gratuita una especie, mueble o raíz para que haga uso de ella con la obligación de devolverlo en iguales condiciones al terminar o concluir su uso. Este tipo de contrato se celebra entre el comodante (dueño del bien) y el comodatario; que como se señaló al comienzo, es la persona que hará uso del bien.
El contrato de comodato es un contrato gratuito que se celebra sobre bienes no consumibles con su uso. En otras palabras, la persona que preste el bien no recibirá nada a cambio por parte del comodatario.
En efecto, las obligaciones y condiciones establecidas en el contrato serán las impuestas por el dueño del bien; las cuales deberán ser acatadas y respetadas por la otra parte. El contrato de comodato es un contrato de tenencia, esto significa que la persona que recibe el bien o el objeto prestado reconoce de inmediato que no le pertenece.
Para celebrar un contrato de este tipo, el bien o la cosa prestada deberá ser no fungible, ya que por la naturaleza del contrato, al finalizar su uso o el plazo, deberá ser restituido. Asimismo, no podrán ser objeto de préstamo bienes o cosas consumibles.
Dentro de las obligaciones del comodatario se encuentran:
Uno de los principales beneficios al celebrar este tipo de contratos es que el comodatario goza del derecho de retención, es decir, puede retener la cosa dada en préstamo si es que el comodante no cumple con las obligaciones que surgen durante el contrato. No tendrá este derecho si es que el comodante ha constituido una garantía respecto a las indemnizaciones.