Celebrar un contrato por escrito
No suele ser uno de los errores más comunes, sin embargo, a veces ocurre que se establecen contratos de palabra cuando el arrendatario y arrendador se conocen. Si bien es cierto que no existe una ley que obligue a celebrar un contrato por escrito, es recomendable siempre dejar un respaldo escrito de los términos y obligaciones a las que ambas partes se suscribirán. En otras palabras, al establecer las condiciones por escrito y ante horario, es posible evitar cualquier tipo de problema o eventualidad.
Leer antes de firmar
Aunque parezca básico, muchas veces los problemas de arriendo se dan porque el arrendatario desconocía una de las cláusulas incluidas en el contrato. Es sumamente importante no solo leer el contrato, sino también revisarlo en detalle para estar seguros que lo que se acordó en el comienzo esté incorporado bajo los mismo términos y a la vez, para evitar que se haya incorporado alguna cláusula a último minuto que no forme parte del acuerdo.
Conocer bien los procesos para poner término al contrato
Querer terminar el contrato antes del plazo estipulado es algo que le puede suceder a cualquiera. Sin importar las razones que podrían llevarnos a terminar el contrato anticipadamente, es sumamente importante que tengas claro las diferentes vías que existen para realizarlo. Suele suceder que muchas veces respetamos el plazo de entrega de un local u oficina solamente por desconocer que sí existen mecanismos para ello.
Teniendo en cuenta esto, es posible realizar una entrega anticipada a través de una carta de desahucio, donde se comunica la intención de no proseguir con el contrato, o bien por medio de la vía judicial.
Por último, es posible poner fin a un contrato vía plazo. Esto significa que el contrato se renovará mensualmente o en el plazo que ambas partes acuerden. En estos casos, bastará con una carta de desahucio para entregar el local u oficina anticipadamente.
Solicitar un inventario físico de las condiciones del inmueble
Una vez hayas revisado y firmado el contrato, es esencial solicitar un inventario por escrito de las condiciones en que fue entregado el inmueble. Por ejemplo, el estado del piso, ventanas, techo, paredes, puertas, habitaciones, cocina, baño, agua, luz, bodega, aire acondicionado, hasta aspectos que muchas veces se nos pueden olvidar, como la factibilidad de conectar internet y línea telefónica, además de chequear y qué proveedores de internet hay disponibles para la zona o edificio.
En el caso de que existan daños previos, te recomendamos documentarlos para que no te sean adjudicados una vez que se cumpla el plazo de entrega. 
