El contrato de transacción se utiliza, por lo general, para resolver un litigio sin tener que iniciar un juicio extrajudicial. Con el contrato de transacción es posible prevenir la existencia de cualquier tiempo de conflicto o evento judicial, así como también, según las características del contrato, permite la extinción de ciertas obligaciones.
En efecto, el principal motivo u objetivo del contrato de transacción es la relación jurídica controvertida; esto último podría darse a partir de una cosa, hecho o episodio. Es importante tener en cuenta que si bien a través de este tipo de contrato las partes podrán poner fin a un conflicto pendiente, ambas tendrán que sacrificar ciertas pretenciones para conseguir el fin mayor, es decir, evitar un juicio.
La aplicación de la ley en relación con el contrato de transacción ha dejado conocer cuáles son sus características. También se conocen los tipos de contrato de transacción, que son:
De acuerdo a esto, para que exista transacción o un contrato de este tipo, se deberán presentar los siguientes escenarios o elementos:
Tener un litigio o conflicto legal pendiente o eventual.
Será motivo suficiente para celebrar un contrato de este tipo si se tiene la aprehensión de que se pueda tener un litigio o conflicto.
Que las partes hagan concesiones recíprocas, es decir, que las partes que participan o se ven involucradas en el contrato, cambien un derecho por otro. Es importante tener en cuenta que esto último no es lo mismo a que cuando se renuncia a un derecho.
Por último, se debe tener en cuenta que existen tres derechos sobre los cuales no se pueden transigir. Estos son la acción penal pública, estado civil (aunque sí sobre las consecuencias patrimoniales del estado civil) y derecho de alimentos.