En el mundo de la cobranza, el tiempo es un recurso más valioso que el dinero. La data no miente: mientras más se demora una empresa en ejecutar acciones de cobro, menor es la probabilidad de recuperar la deuda.
El Informe “Cómo está la cosa” - Comportamientos de Pago entre Empresas 2024 evidencia que actuar dentro de los primeros 90 días tras el vencimiento de una factura puede marcar la diferencia entre cobrar… o perder.
Una vez vencida la factura, cada día cuenta. Los datos muestran una caída progresiva y contundente en las probabilidades de pago:
Antigüedad de la deuda |
Probabilidad de cobro |
0 a 30 días |
88,89% |
30 a 60 días |
60,67% |
60 a 90 días |
53,36% |
Más de 90 días |
15,11% |
Después de los 90 días, la factura se considera prácticamente incobrable. En estos momentos ejercer acciones adicionales de cobro es fundamental.
Frente a esas facturas “incobrables” el inicio de una cobranza extrajudicial en etapa temprana revela alta efectividad.
Tiempo desde el vencimiento |
Tasa de éxito (2024) |
0 - 1 mes |
64% |
1 - 3 meses |
38% |
3 - 6 meses |
26% |
6m - 1 año |
21% |
2 años o más |
9% |
Retrasar la acción más de 180 días reduce la tasa de éxito en más de un 50%.
El informe revela los siguientes tiempos promedio para iniciar acciones de cobranza:
Mientras las grandes actúan a tiempo, las más pequeñas tardan demasiado y reducen sus propias probabilidades de recuperar el dinero.
El deudor prioriza las primeras gestiones.
El monto aún está disponible en caja.
La relación comercial aún está activa.
No ha sido asumida como pérdida contable.
Usa plataformas como CobranzaOnline para generar notificaciones inmediatas tras el vencimiento.
Día 1: recordatorio automático.
Día 7: contacto directo.
Día 30: acción extrajudicial.
Día 90: publicación en boletines y medidas más drásticas.
El tiempo de reacción también depende de la agilidad del equipo humano. Establece KPIs claros y herramientas que faciliten la toma de decisiones.
Una empresa con clientes deudores en mora ajustó su proceso de cobranza para actuar antes de los 30 días. Resultado:
Las cifras son claras: cada día que pasa reduce tus posibilidades de cobrar. Mientras más te demoras, más crece el riesgo de que esa factura se convierta en pérdida.
Por eso, anticiparse no es solo buena práctica: es una estrategia de supervivencia financiera.
Haz del tiempo tu aliado. Automatiza, actúa y cobra a tiempo.
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