Todas las empresas deben enfrentarse al proceso de cobro de facturas con anticipación para evitar tener problemas de contabilidad.
Sin importar el monto, lo aconsejable es no dejar este procedimiento para último minuto y respetar lo señalado por la ley; de modo tal que no se cuestione tu actuar como proveedor. En otras palabras, define con tiempo cuándo realizarás tu proceso de cobro, y bajo qué condiciones negociarás nuevos plazos o montos en caso de que sea necesario.
Otra forma de enfrentar este tipo de problemas es adelantar las cuentas por cobrar a través del factoring o la factorización electrónica; mecanismo que te permitirá delegar esta responsabilidad a una empresa financiera especializada.
Además del tiempo que ganarás al contratar un servicio como este, el factoring te permitir anticipar el flujo de cuentas por cobrar, contar con dinero en efectivo de inmediato, no aparecer como deudor en el sistema financiero, vender un activo financiero reconocido y legal (la factura), no pagar impuestos de timbres y estampillas (es la empresa de factoring quien asume estos costos) y disminuir la evasión tributaria.
Una vez hayas emitido la factura deberás enviar la copia al cliente y esperar los 8 días que corresponde según el reglamento. Si el cliente no acredita recepción pero no reclama la factura dentro este período, se presume que las mercaderías fueron entregadas o que los servicios fueron prestados. Esto le transfiere mérito ejecutivo a la cobranza, lo que te permitirá iniciar un juicio ejecutivo de cobro de deuda.
Si se cumplió el plazo de pago acordado en el contrato, tienes las siguientes opciones:
Si ya has decidido iniciar un juicio ejecutivo, lo primero que debes hacer es planificarlo a través de una gestión preparatoria. Una vez hecho esto, tendrás que: